Animales y Trufas: una historia antigua
Encontrar trufas no es fácil porque a veces se esconden hasta medio metro bajo tierra. Y así, aunque nuestro fiel perro lo haya identificado, tenemos que desenterrar el invaluable y preciado tubérculo.
A veces, sin embargo, hay sorpresas desagradables.
Es saber que la trufa se echa a perder. Si no lo desenterramos de esa manera, podemos empezar a culpar a algunos animales.
En efecto, no debemos olvidar que el hombre no es el único ávido de este hongo, sino que debe tener una especie de competencia con diversos animales, entre los que citamos el ratón, los caracoles, los puercoespines, los coipos, los jabalíes y los corzos. No hay que olvidar, de hecho, hace poco que la caza de la trufa se hacía en compañía del cerdo y no del perro.
Una curiosidad precisamente por el hecho de que la trufa es el alimento de muchos animales. En efecto, los cazadores de trufas de cierta edad dicen que comenzaron su afición cuando empezaron a ver que los cerdos, llevados a pastar bajo los robles, comenzaban a cavar y a comer lo que parecía el tiempo de unas patatas extrañas escondidas bajo tierra. . Inicialmente, se pensó que comían las raíces de los árboles, pero el fuerte olor llevó a los primeros cazadores de trufas a inclinarse y comer este valioso alimento. Con satisfacción, por supuesto. Podemos decir que la investigación de la trufa nació de esta manera.
Enemigos-amigos de la Trufa
Sin embargo, no debemos culpar demasiado a los animales que nos precedieron por la ansiada trufa.
De hecho, permiten que las esporas de la trufa se propaguen a través de las heces hacia nuevas áreas, promoviendo la micorrización de las plantas a su alrededor. Si la afición a la caza de trufas sigue presente en nuestra región hoy en día, y no solo, el mérito es de los cerdos y otros animales truferos.
Habiendo encontrado la trufa que no está intacta, lo único que queda por hacer es continuar la búsqueda, sin desanimarse. Recordando que a veces hay que hacer varios viajes para encontrarlos bonitos y listos para poner sobre la mesa. Ya sea en blanco o negro, según el área de búsqueda. Todos ellos tienen la inconfundible fragancia que solo puede enamorarse. Lo importante es recordar siempre respetar el entorno que lo rodea. Solo así será posible seguir yendo en busca del tubérculo en el futuro, en compañía del fiel amigo de cuatro patas, quien siempre recibe un premio cuando encuentra una trufa.