Para ir en busca de trufas blancas o negras, primero debe pasar un examen real y luego equiparse con algunas herramientas típicas y un perro.
¿Dónde encontrar la trufa?
Quizás te estés preguntando cómo saber dónde encontrar trufas.
En primer lugar, es importante saber que uno no se convierte en trufero de la noche a la mañana, sino que debe realizar y superar una prueba de aptitud. En ese momento obtendrá la tarjeta. Este aspecto es fundamental porque sirve para mantener la espontaneidad del preciado hongo, evitando que personas sin experiencia comprometan su desarrollo. Además, no se puede hacer a mano con un perro trufero, ni siquiera legalmente..
Para convertirse en un cazador de trufas, debe tener al menos 14 años, realizar cursos de formación y luego, como se mencionó, aprobar el examen para la tarjeta (obligatorio para la Región). En ese momento, se le autoriza a ser prospector en todo el territorio nacional, tendrá que pagar un canon de concesión. Esto debe pagarse cada año, la tarjeta es válida por cinco años y puede renovarse. Si no aprueba el examen, puede repetirlo pero solo después de un año.
La ley impone el uso de ciertas herramientas típicas del cazador de trufas. La pala, que es una pequeña azada, es obligatoria para dañar lo menos posible el suelo y las raíces de la trufa. Después de extraer el hongo, es obligatorio llenar el hoyo con tierra; de esta forma se deja crecer a otros ejemplares. Luego necesitas la catana, una bolsa especialmente diseñada para las trufas, o los bolsillos de las chaquetas de cazadores de trufas o, por último, cestas como las de la recogida de hongos. Se recomiendan botas altas y ropa forestal adecuada. El cazador de trufas también siempre usa guantes para cavar con seguridad, un palo y ungüentos de primeros auxilios
Perro trufero, el fiel aliado
Está prohibido utilizar un cerdo (como en la antigüedad) para buscar trufas. Por otro lado, es obligatorio el uso del perro, único animal que garantiza la precisión de la localización para evitar excavaciones inútiles que arruinarían el terreno. La ley italiana también requiere que el perro esté entrenado para buscar el hongo. Los ejemplares ya entrenados pueden costar hasta 5.000 euros.
Por lo tanto, es mejor entrenar a su perro desde que es un cachorro, primero con juegos simples y luego con ejercicios cada vez más difíciles. No existe una verdadera raza de trufa: cualquier animal con buen olfato es bueno. Al igual que la inteligencia, no debe faltar la concentración, la resistencia y la dedicación. Quien posee estas cualidades es un buen perro trufero. Sin embargo, braco, pointer, spinone, cocker, jack russel, griffin, lagotto romagnolo son más considerados. Esta última es la única raza considerada especializada en la caza de trufas.