Découvrez le Calendrier de la Truffe
Si el Tuber Magnatum Pico, es decir, la preciada trufa blanca de Alba, es la reina del banquete, ciertamente no debemos olvidar a sus primos menos comentados, a saber, el Bianchetto, el Nero Pregiato, el Scorzone.
En definitiva, una trufa para todas las estaciones, para los que saben buscar. En Italia, hay nueve especies de trufas comestibles: Bianco, Scorzone, Uncinato, Nero Pregiato, Bianchetto, Nero Liscio y Brumale moscato.
Las regiones compiten en la organización de eventos y ferias para celebrar este hongo. Cómo la Puglia, donde se encuentra la Tuber aestivum. La trufa blanca, sin embargo, entre septiembre y enero se encuentra en Umbria, Marche, Toscana, Piemonte, Lombardía, Veneto, Liguria, Emilia-Romagna, Abruzzo, Molise y Basilicata. Emilia-Romagna es la región principal donde están presentes los cazadores de trufas, luego aquí están Abruzzo y Molise. Esta última con el mayor número de recolectores de trufas en comparación con la población residente.
Una señal importante proviene del sexo. De hecho, el número de cazadores de trufas está aumentando: desde 2018, las insignias han aumentado un 10 %. Esto sugiere que en Italia el interés por las trufas se ha convertido ahora en un interés para ambos sexos.
Ferias de la trufa por toda Italia
Pero hablábamos de ferias en honor al tubérculo. En Umbría, precisamente en Città di Castello, se celebra la exposición nacional del mercado de la trufa blanca. Un repaso de cuatro días que se ha convertido en parada imprescindible para los amantes de la trufa y, sobre todo, de la trifula del Alto Tíber.
A pocos kilómetros de Città di Castello, siempre en otoño, el espléndido pueblo de Pietralunga se convierte en protagonista con la exposición del mercado de la trufa y la patata blanca. Eventos, degustaciones, puestos de comida, folclore, música, espectáculos y paseos por la naturaleza animan este antiguo y sugerente pueblo de Umbría durante un fin de semana.
En el hermoso centro histórico de Gubbio, a fines de octubre, se lleva a cabo la Feria Nacional de la Trufa y los Productos Agroalimentarios. Una cita de absoluta importancia tanto para las revistas como por la extraordinaria calidad de la trufa local y otros manjares presentes en los espacios expositivos.
Otras ferias muy importantes se celebran en Langhe, donde tenemos la de la Trufa Blanca de Alba, donde se organiza la Subasta Mundial de la Trufa Blanca de Alba y los grandes formatos de Barolo y Barbaresco.
El calendario es la señal de que en verdad, en nuestro país, no hay mes en el que no se pueda degustar la trufa. La preciada trufa blanca se puede degustar entre octubre y diciembre, la preciada Norcia negra entre diciembre y marzo, la Bianchetto entre enero y abril, la Scorzone entre mayo y agosto, mientras que de septiembre a octubre podemos degustar la trufa Uncinato.
Y de nuevo: Brumale Moscato entre diciembre y febrero.
Entonces, si el Bianchetto es un poco lo que une la estación fría, la trufa negra de verano está disponible entre mayo y septiembre. Entre el año anterior y el nuevo, hasta marzo, está el Nero Pregiato Tuber Melanosporum Vittadini, en honor a Carlo Vittadini, botánico y biólogo italiano.
